
El desorden suele ser una parte natural del desarrollo de los adolescentes quienes se encuentran en una etapa de desarrollo que se caracteriza por la búsqueda de su propia identidad y autonomía.
Su desorden mental se traslada también a su entorno y ello por varias razones:
- Cambios hormonales y de desarrollo. El cuerpo y la mente están experimentando numerosos cambios rápidos, lo que puede afectar la forma en que los adolescentes manejan su entorno.
- Prioridades diferentes. Pueden tener prioridades distintas a las de los adultos. Pueden estar más interesados en pasar tiempo con los amigos, usar dispositivos o dedicarse a pasatiempos en lugar de organizar su espacio.
- Falta de tiempo. Entre las actividades escolares, los deportes, las tareas y otras responsabilidades, los adolescentes pueden sentirse sobrecargados y no dedicar tiempo a ordenar su habitación.
- Exploración de identidad. Los adolescentes están experimentando con su identidad y tratando de encontrar su propio estilo. Esto puede llevar a espacios más desordenados mientras exploran su interés.
- Falta de habilidades organizativas. En esta etapa pueden no haber desarrollado completamente las habilitades organizativas necesarias para mantener su habitación ordenada. Estas habilidades a menudo se aprenden con la práctica.
- Resistencia a la autoridad. Algunos adolescentes pueden ser desordenados como una forma de expresar su independencia y rebelión contra las normas establecidas por los padres.
Es importante entender que la adolescencia es una etapa de transición y que, con paciencia y orientación, los adolescentes pueden aprender a manejar mejor su espacio. Los padres pueden ayudar a sus hijos adolescentes a mantener su habitación más ordenada mediante estrategias efectivas que fomenten responsabilidad e independencia.
Expondremos algunas sugerencias:
- Establecer expectativas claras. Comunica de manera clara las expectativas sobre la limpieza y el orden en la habitación. Asegúrate ser específicos acerca de lo que se considera aceptable.
- Involucrar a los adolescentes: Pídele a tu hijo que participe en la creación de un plan de organización para su habitación. Escucha sus ideas y preocupaciones para llegar a un acuerdo conjunto.
- Proporcionar las herramientas adecuadas. Asegúrate de que tu hijo tenga las herramientas necesarias para organizar su habitación, como estantes, cajas o cestas de almacenamiento.
- Ser un modelo a seguir. Los adolescentes aprender de sus padres. Si mantienes un entorno ordenado, es más probable que ellos también lo hagan.
- Reforzar los hábitos de limpieza. Ayuda a tu hijo a establecer rutinas de limpieza regulares como hacer las camas todas las mañanas o dedicar unos minutos al final del día para recoger su habitación.
- Ofrecer recompensas e incentivos. Recompensa el buen comportamiento y los esfuerzos para mantener la habitación limpia. Esto puede motivar a seguir con los buenos hábitos.
- Ser paciente y comprensivo. Recuerda que es una etapa de aprendizaje y desarrollo. Sé paciente y ofrece apoyo a medida que aprende a mejorar su espacio.
- Evita castigos extremos. En lugar de castigar severamente el desorden, busca soluciones constructivas para abordar el problema. Los castigos extremos pueden generar resentimiento y no necesariamente resultarán en un cambio de comportamiento.
- Fomentar la independencia. Permite que tu hijo asuma la responsabilidad de su espacio, tomando decisiones sobre cómo organizar y mantener su habitación.
Al adoptar un enfoque colaborativo y comprensivo, los padres pueden ayudar a los hijos adolescentes a desarrollar habilidades organizativas y hábitos de limpieza que les beneficiaran a lo largo de la vida.
Escrito por: Sira Vera